Es un tríptico realizado en esmalte horneado a 800 grados apróx. sobre chapas de cobre. En mis viajes y salidas a la naturaleza, a la montaña, muchas veces pensé qué bueno sería poder llevar a mi mascota, y aunque, claro, sería imposible que me acompañara siempre por el sendero, por lo menos que pudiera ver, sentir y compartir esos paisajes de tanta belleza e inmensidad, más aún cuando él siempre vivió en un departamento y su único paisaje eran las casas, los techos vecinos y los otros gatos.
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