Las ventanas son
los ojos de una casa. No es sorprendente que se las observe en primer lugar. Es
por ellas que los habitantes de un lugar ven qué pasa al exterior, pero es
también por ellas que el sol y la luz entran para inundar todos los ambientes
de claridad y calidez. Las ventanas testimonian de la calidad de los habitantes
de una casa y de su sentido de la belleza. Las ventanas son, probablemente como
las puertas, los elementos más importantes de una casa. Es muy natural que las
personas de alma sensible, animadas de la pasión del arte, tiendan a conservar las
ventanas elegantes y bellas.
En ciertos lugares
una ventana no es una simple abertura practicada en una pared. Es una obra de arte,
es algo ofrecido a la admiración de todos los que pasan. Hay lugares donde una
ventana no es nunca algo trivial. Ella esta formada a veces por trabajos
artísticos en hierro forjado, de lucarnas esculpidas, o de vitrales sabiamente
pintados y diseñados.
[“Barcelona
y sus elegantes ventanas”; Frorián Bernard.]