7 jul 2012

El Disolvente Universal


La Alquimia llegó en tiempos antiguos a una altura no alcanzada, ni siquiera bordeada por nosotros. Conocieron el vidrio maleable que, suspendido de un extremo, se iba distendiendo por su propio peso, hasta adelgazarse en forma de cinta flexible que podía arrollarse a la muñeca.

Está históricamente comprobado, que un extranjero llevó a Roma, en tiempo de Tiberio, una copa de cristal que al caer sobre el pavimento de mármol no se rompía, sino que tan sólo se abollaba y era fácil restituirle su primitiva forma a martillazos. Si los modernos dudan de ello es porque no saben hacerlo.

En Samarcanda y en algunos monasterios del Tíbet, pueden verse hoy día copas y otros objetos de cristal maleable, con añadidura de haber allí quienes afirman que pueden fabricarlos, gracias a su conocimiento del alkahest o disolvente universal que, según Paracelso y Van Helmont, es un agente natural “capaz de reducir todos los cuerpos sublunares, así homogéneos como heterogéneos, a su ens primum o substancia primaria, convirtiéndolos en un licor uniforme y potable, que aun mezclado con agua ú otro zumo cualquiera no pierde su virtud, y si otra vez se mezcla consigo mismo se convierte en agua pura y elemental”.

No es, por lo tanto, despropósito creer que haya una substancia universal que reduzca todos los cuerpos a su genérica substancia. Van Helmont la califica de “la sal más poderosa y principal que en su grado máximo de simplicidad, pureza y sutilidad, no se altera al reaccionar sobre otras materias, y tiene suficiente energía para disolver el cuarzo, las piedras preciosas, el vidrio, la sílice, el azufre y los metales, formando una sal roja de peso equivalente al de las materias disueltas."

De  “Las Artes perdidas”, Wendell.

23 abr 2012

La belleza de la verdad



La palabra satya (verdad) deriva de sat que significa ser. Nada es o existe realmente, excepto la verdad. Tal es el motivo de que sat o verdad sea quizás el nombre más importante de Dios. La verdad reside en cada corazón humano, y uno debe procurarla allí, dejándose guiar por la verdad tal como la percibe. Nadie tiene el derecho de aplicar coerción a otros para que actúen según su propia visión de la verdad.

Las creaciones realmente bellas aparecen cuando surge la comprensión verdadera. Si estos momentos son raros en la vida, también son raros en las artes. La belleza verdadera consiste, sobre todo, en la pureza del corazón. El arte, para ser arte, debe promover la serenidad. .


La vida es la mayor de todas las artes. Quisiera ir más lejos y decir que el hombre que más se acerca a la perfección es el mayor artista. Pues, ¿qué sería el arte si le faltaran el cimiento y la estructura de una vida noble? Las cosas poseen dos aspectos: uno externo, otro interno. El aspecto externo no posee valor, salvo que lo auxilie el interno. Por eso, todo el arte verdadero es una manifestación del alma.

Las formas exteriores sólo tienen valor cuando expresan el espíritu, la interioridad del hombre. Generalmente, el hombre común no percibe belleza alguna en la verdad. Sigue de largo, ciego ante la belleza. Toda vez que el hombre comienza a ver belleza en la verdad, nace el arte verdadero.

No hay belleza sin verdad. Por otra parte, puede ser que la verdad se manifieste de modo tal que, externamente, no revele belleza alguna. Dicen que Sócrates era el mayor amigo de la verdad en su época y, entretanto, consta que sus facciones eran las más feas de Grecia. En mi opinión, él era bello, porque toda su vida estaba empeñada en la búsqueda de la verdad.

En la verdad, percibo la belleza: la descubro a través de la verdad. Todo lo que es verdad, no apenas las ideas exactas, sino también los rostros francos, los retratos fieles, la música y los cantos más naturales son objetos de belleza, e inclusive de inmensa belleza a veces. Son poquísimos los que saben discernir la belleza que emana de la verdad.

Mahatma Gandhi

7 mar 2012

El arte de las ventanas



Las ventanas son los ojos de una casa. No es sorprendente que se las observe en primer lugar. Es por ellas que los habitantes de un lugar ven qué pasa al exterior, pero es también por ellas que el sol y la luz entran para inundar todos los ambientes de claridad y calidez. Las ventanas testimonian de la calidad de los habitantes de una casa y de su sentido de la belleza. Las ventanas son, probablemente como las puertas, los elementos más importantes de una casa. Es muy natural que las personas de alma sensible, animadas de la pasión del arte, tiendan a conservar las ventanas elegantes y bellas.

En ciertos lugares una ventana no es una simple abertura practicada en una pared. Es una obra de arte, es algo ofrecido a la admiración de todos los que pasan. Hay lugares donde una ventana no es nunca algo trivial. Ella esta formada a veces por trabajos artísticos en hierro forjado, de lucarnas esculpidas, o de vitrales sabiamente pintados y diseñados.

[“Barcelona y sus elegantes ventanas”; Frorián Bernard.]